J. Esteve Edo

Salvador Aldana Fernández

La trayectoria artística de Esteve Edo no se nos muestra lineal, sin relieve, aunque tampoco
hallamos en ella graves inflexiones, desorientaciones o retardos. Observada con un sentido panorámico se nos presenta tan coherente que cabría preguntarse si el nivel estelar en el que se encuentra su arte no había sido programado años atrás y, en consecuencia, todo el proceso ha estado pensado, meditado y resuelto como una ecuación matemática. No obstante, e independientemente de la clasificación temática de su obra, sí que pueden hallarse en la escultura de Esteve momentos clave que subrayan su evolución estética. Sin que pueda hablarse de etapas en su escultura, con todo lo que una clasificación de ese tipo puede tener de aleatoria, habría que mencionar, necesariamente, unos comienzos en los que el realismo,
con fuerte concesión a los volúmenes escultóricos, constituye la meta de su arte. Todo lo producido en esta etapa se mantiene en la misma tónica hasta 1948, fecha en la que podemos pensar se inicia una segunda etapa. Francia, especialmente París, e Italia, al enfrentarle, cada una en su momento justo, con sus más significativas creaciones, van a internacionalizar su figura para proyectarla, más tarde, a todos los públicos. A partir de 1966 se aquietan sus formas escultóricas, buscando una definición escultórica sobria y concreta en la que se aunen la expresión, el sentido y la humanidad más esencial. El proceso de estilización alcanza su clímax en 1972 con el gran relieve de la Caja de Ahorros de Valencia. Puede inaugurar una nueva etapa en la obra de Esteve, ser plataforma de partida para nuevos acechamientos de mundos que pueden patentizarse, o acabamiento de una trayectoria.

Escritor

Salvador Aldana Fernández

Colección

Artistas Españoles Contemporáneos

Número en la colección

105

Materia

BIOGRAFÍAS

Idioma