Esther Boix

José María Carandell

En una relación personalísima con la pintura desde finales de los arios 40 hasta hoy, la obra de Esther Boix se inicia en el momento mismo de la eclosión del arte de postguerra. Acogida primero al grupo "Postectura", su producción, figurativa y de signo humanista, alcanzó muy pronto la expresividad, la concentración y el dramatismo que caracteriza a su pintura. Tras
la primera etapa de retratos e interiores, correspondientes a una época histórica insolidaria
e insular, el arte de Esther se abre al exterior, a los paisajes naturales y urbanos, como ampliación de su mundo, pero siempre intensamente vividos a la manera de interiores. En
la década de los 60 su pintura experimenta un mayor enriquecimiento de ambientes y
una más expresiva luminosidad, a la par que pone en práctica nuevas técnicas y complementa
la pintura con el dibujo y el grabado. Sus dibujos y grabados -concebidos éstos para Estampa Popular-, añaden a sus intereses anteriores las contrapuestas dimensiones de su interioridad individual y de lo socio-político, cuyos símbolos colaboran a que en sus cuadros siguientes, de total madurez, se refleje su concepción del mundo, expresada con una hondura y por medio de
un realismo simbólico muy poco frecuente en el arte de nuestro tiempo. Esta concepción
del mundo se apoya, como se explica por extenso en este ensayo, en la fuerte personalidad de la autora, en su acusado temperamento vital y en las tensiones entre sus vivencias de soledad y de compañía, de fuerza y debilidad, de razón y sentimiento y de experiencia y contemplación.
Todo ello hace que la obra de Esther Boix sea una de las aventuras estéticas más apasionantes de nuestro arte actual.

Escritor

José María Carandell

Colección

Artistas Españoles Contemporáneos

Número en la colección

123

Materia

BIOGRAFÍAS

Idioma