Cardona Torrandell

Cesáreo Rodríguez-Aguilera

Armando Cardona Torrandell es uno de los pintores catalanes contemporáneos de mas acusada personalidad. Nacido en Barcelona, en 1928, se realiza como pintor, tras una ajetreada infancia, en los años cincuenta, cuando la importante labor renovadora del grupo formado en torno a la revista "Dau al Set" se ha proyectado ya, cuando el movimiento informalista comienza a convertirse en una corriente arrolladora. En 1951, y en su pueblo de adopción de Villanueva y Geltrú (donde Cardona Torrandell ha
pasado muchos años frente al mar Mediterráneo, con sus días de tormenta y de calma, de luz y de tiniebla, con las barcas varadas bajo su balcón, entre las palmeras, conviviendo entre los marineros y
los hombres del pueblo), se decide a coger los pinceles y a enfrentarse con el lienzo. En los años siguientes de su vida, años de acumulación de experiencias, Cardona Torrandell reside en Barcelona
y Valencia, lee apasionadamente, contempla la obra reciente de los artistas del momento, con quienes toma contacto, penetra en la vida social de la gran ciudad, de sus barrios bajos, donde el tiempo, los elementos naturales, los niños y los hombres han pintado, gastado, erosionado o dibujado al azar muros y paredes que pueden expresar, si se les mira atentamente, toda la elocuencia de su largo y anónimo proceso histórico. Su pintura, que realiza de modo arrebatado y sobreabundante, participa de todas
las experiencias e investigaciones de la época, para acabar en un estado de obra de acción, militante y comprometida. Una obra de acusación y reflejo, pero no de realidades inmediatas sino de realidades
profundas; de hechos y acontecimientos transcendentales, ante los que se adopta una actitud humanitaria por encima de
toda otra consideración. Esto en cuanto
se refiere a la actitud sicológica del
artista, a su fondo ético. En cuanto a los
valores técnicos de su modo de hacer,
Cardona Torrandell logra, al cabo de su
intensa y larga experiencia, un mundo
propio de formas, en el que le acompañará
siempre una caligrafía densa e inquieta,
una utilización de materiales recientes
y diversos, una fusión de abstracciones
y figuraciones, un instinto profundo
en la distribución de las formas, un
equilibrio sereno en los colores. Cardona
Torrandell concibe la pintura como
una lucha constructiva pero también como
una técnica perfeccionable. Rodríguez-
Aguilera, como critico de arte, como
amigo, le ha dedicado su atención desde
los primeros momentos. Artículos, ensayos,
conferencias sobre la obra de Cardona,
han señalado sus características y
su significación. En la presente obra el
crítico resume esta larga dedicación en
torno a la pintura de Cardona Torrandell.