Florencio Aguilera

Florencio Aguilera es un joven pintor que goza ya de una merecida fama. Cultiva una figuración tradicional evolucionada, caracterizada por la soltura de la ejecución, el riguroso equilibrio compositivo y la fluidez de sus colores atemperadamente ricos y de su luz emotivamente difusa. Sus motivos preferidos son las composiciones con figuras, los retratos de notable penetración psicológica y -sobre todo- los paisajes. Esta última dedicación suya acapara las tres cuartas partes de su obra.

Sus paisajes, compuestos con manchas amplias y encabalgadas, que le permiten dibujar directamente con el color, son en su casi totalidad andaluces, de las proximidades de Ayamonte y con notable seguridad en sus ritmos elásticos. Capta por igual el alma de unos pueblos semidormidos bajo un sol impasible, que el encabalgamiento de una azotea en ordenación poscubista o la amplitud de unas lontananzas campesinas con sabor a sal marina o a tierras de labor con sombras y refulgencias contrastantes. Andalucía nos ofrece en su obra dimensiones inéditas y se convierte en sus lienzos en alma y nostalgia.